por Ana Vázquez Toscano | Mar 8, 2017 | Blog
Mientras siga existiendo violencia de género, mientras las mujeres cobremos menos que los hombres por el mismo trabajo y mientras siga existiendo el machismo, seguirá siendo necesario un día como hoy. Un Día Internacional de la Mujer, un día de reivindicación y denuncia, un día (sí, tan importante como cualquier otro) para alzar la voz contra los techos de cristal, para visibilizar las barreras que nos impiden alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. No deja de ser curioso que cuando se han reivindicado históricamente los derechos de los negros o los homosexuales no se ha necesitado ser negro o gay para hacerlo. Sin embargo, todavía hay quienes piensan que sólo a las mujeres nos debe ocupar esta tarea. Y claro, ¡así nos va! Solas nunca podremos hacerlo. Por eso quiero reconocer también hoy a todos los hombres que defienden esta ansiada (y todavía lejana) igualdad real, a los que no nos ven como una amenaza, ni como objetos, ni como seres inferiores, ni como propiedades intransferibles. Y que lo hacen en su día a día predicando con el ejemplo, compartiendo responsabilidades en el hogar y en la sociedad, involucrándose en los cuidados familiares, defendiendo condiciones igualitarias en los trabajos. Aún conozco a pocos que se reivindiquen como feministas (aunque los hay), pero observo con esperanza cómo a mi alrededor cada vez hay más hombres comprometidos con esta causa tan justa como necesaria. Y no hablo de fregar los platos, hacer la colada o llevar a los niños al colegio, que lo doy por hecho. Me refiero a algo más profundo. A esos hombres que se preocupan por...