Piensa las palabras antes de decirlas. A veces opta por callar y dejar hablar al silencio, aunque no sé si por timidez o prudencia. Christina Rosenvinge (Madrid, 1964) tiene experiencia en esto de las entrevistas y sabe que la palabra hablada es “defectuosa”, que depende de la subjetividad del que escucha. “Cada periodista refleja después una persona que es ligeramente distinta a ti, pero es un juego divertido. Tiene parte de ficción porque cuando te transcriben, están creando un personaje. Y la verdad siempre es compleja”, reflexiona.
Christina Rosenvinge: “El éxito inmediato nace, explota y muere fácilmente”
Cuarto Poder